“Cada proyecto arquitectónico presenta características propias e irrepetibles que son el punto de partida y el motor que los impulsa. Es fundamental saber encaminar el destino de cada proyecto, tomando en cuenta sus particularidades. El entorno y el contexto nos ofrecen tipologías arquitectónicas que determinan al proyecto. Cada obra debe de ser congruente con el momento histórico en el que fue concebida. Estos criterios son sólo el principio de una increíble experiencia, que es el proyectar y el construir, acciones que brindan la oportunidad de crear una obra única, fiel a nuestros principios y convicciones como arquitectos.”